lunes, 23 de abril de 2012

Los sonidos externos y su eco



El insoportable sonido se acrecentaba. Música para los oídos de extraños, los míos mientras tanto se retuercen de dolor con frecuencias desarmonizadas. Viene a acompañar este extraño estadío neutral, casi inerte de expresión.
Mi estado neutro es la falta de existencia o el adormecimiento temporal de la voluntad.
Me dejo fluir. La inercia de lo desarrollado hasta el momento empuja los acontecimientos como un juego de dominó. Sin esperar nada, intento que todo me sorprenda. De todas formas este estado equalizador de frecuencias, convive con estados de ansiedad a veces intolerables. Será porque debe ser. Las necesidades del día a día...¿Serán realmente necesidades?

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